
Creemos en un solo Dios, Creador y sustentador del universo, que se manifiesta eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, quienes son Uno en ser, esencia y poder.
“Oye, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es.” ~ Deuteronomio 6:4
Creemos en la deidad del Señor Jesucristo, en su concepción virginal, en su vida sin pecado, en su muerte expiatoria, en su resurrección corporal, en su exaltación actual a la diestra del Padre y en la esperanza bienaventurada de su retorno personal en poder y gloria.
“Porque Dios amó tanto al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.” ~ Juan 3:16
Creemos en la deidad del Espíritu Santo, que convencen al ser humano de su necesidad de salvación por Cristo, que mora en los creyentes y que los capacita y ayuda para vivir una vida santa de servicio en el discipulado de las naciones.
“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas.” ~ Juan 14:26
Creemos que la Iglesia se compone de todos los redimidos por Cristo, unidos espiritualmente y manifestada visiblemente en congregaciones locales, cuya misión es el desarrollo espiritual de los creyentes y la proclamación del Evangelio en el mundo.
“Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” ~ Mateo 16:18
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, divinamente inspirada, autoritativa y la única norma infalible de fe y práctica.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia.” ~ 2 Timoteo 3:16
Creemos que todo ser humano ha pecado, que es culpable ante Dios, y que está bajo condenación eterna.
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.” ~ Romanos 3:23
Creemos en la salvación que Dios, por medio de la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, ha provisto la salvación del pecado y que el ser humano, por gracia, puede apropiarse de ella mediante el arrepentimiento y la fe salvadora en Cristo, siendo así librado del juicio de Dios, naciendo de nuevo a vida eterna.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.” ~ Romanos 10:9
Creemos en la santificación, como una obra hecha instantáneamente en el espíritu, pero que también debe ser desarrollada progresivamente en el alma y en el cuerpo de un hijo de Dios.
“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.” ~ 2 Corintios 5:17
Creemos en el bautismo en aguas, como símbolo de identificación con la muerte (al pecado) y con la resurrección de Jesús para vida eterna.
“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados.” ~ Hechos 2:38
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, con la evidencia de hablar en otras lenguas, y que, a través de este bautismo, se recibe el poder para ser testigo de Jesús a todo el mundo.
“Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne.” ~ Hechos 2:17
Creemos en la imposición de manos, que es una de las maneras de transmitir bendición, sanidad y poder de Dios de un ser humano a otro.
“Entonces les impuso las manos, y recibieron el Espíritu Santo.” ~ Hechos 8:17
Creemos en los cinco ministerios de Efesios 4:11, como los dones dados por Dios al cuerpo de Cristo.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.” ~ Efesios 4:11
Creemos en el poder del Reino de Dios para sanar a los enfermos, echar fuera demonios y hacer milagros, maravillas, señales y prodigios.
“Y estos signos seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” ~ Marcos 16:17‑18
Creemos en la resurrección del cuerpo, en el castigo perpetuo de los incrédulos, y en la eterna bienaventuranza de los creyentes en la presencia de Cristo.
“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también los que durmieron en Jesús, Dios los traerá con él.” ~ 1 Tesalonicenses 4:14