Jesucristo - Mesías Hijo de José - El siervo sufrido - con la corona de espinas

Querido hermano(a):

Vivimos tiempos donde el dolor interior se ha vuelto más común que la fiebre. Hoy quiero hablarte de una epidemia que está afectando a millones en el mundo. Una pandemia silenciosa que consume a una generación entera en: ansiedad, depresión, ataques de pánico, agotamiento emocional, estrés crónico y traumas no resueltos.

Pero en medio de ese caos, hay una promesa. En medio de la oscuridad, hay una luz que brilla. Dios sigue siendo sanador: no solo del cuerpo, sino también de los pensamientos, de las emociones, de la mente.

Este escrito forma parte del corazón de mi libro Metamorfosis de la Mente del Creyente. Hoy quiero mostrarte que la salud mental también le importa a Dios.


RECONOCE LA BATALLA INVISIBLE

No estamos luchando solo contra problemas visibles. El verdadero campo de batalla no son las circunstancias que enfrentamos, sino los pensamientos que alimentamos.

Muchos quieren cambiar su vida sin cambiar su forma de pensar. ¡Imposible! El diablo sabe que, si controla tus pensamientos, puede controlar tu vida.

Por eso el primer paso hacia la libertad es reconocer que esta guerra no se gana con fuerza humana, sino con armas espirituales.

TUS PENSAMIENTOS SON EL BLANCO DE SATANÁS, PERO TAMBIÉN SON EL LUGAR DONDE DIOS QUIERE GOBERNAR.

PIENSA DIFERENTE PARA VIVIR DIFERENTE

Muchos quieren una vida transformada con una mente conformada. Pero el verdadero cambio comienza en el pensamiento.

Dios no solo quiere que dejes de pensar mal, sino que aprendas a pensar como Él. Si tus pensamientos no cambian, tu dirección tampoco cambiará.

UNA MENTE RENOVADA NO SOLO CAMBIA TU VIDA… ¡CAMBIA TU DESTINO!


LA CORONA DE ESPINAS: REDENCIÓN DE TU MENTE

Cuando los soldados romanos entrelazaron la corona de espinas y la hundieron sobre la frente de Jesús, no fue solo una burla cruel: fue un acto cargado de un simbolismo celestial profundo.

En la cultura judía, la cabeza representa el asiento del pensamiento, la autoridad y la bendición. Pero esas espinas, nacidas de la tierra maldita por el pecado (Génesis 3:18), representaban todo lo que atormenta la mente humana: ansiedad, pensamientos suicidas, confusión, culpa, miedo, orgullo, pensamientos impuros.

Al llevar esa corona, Cristo estaba diciendo: “Yo cargo tu tormento mental. Yo absorbo tu maldición.” Lo que Adán perdió con desobediencia, Jesús lo restauró con obediencia hasta la muerte.

La sangre que brotó de su frente no fue en vano: fue el precio por tu paz mental.

¡Y lo más glorioso! Aquel que fue coronado con espinas en la cruz, será coronado con gloria en el trono… ¡y tú con Él!

“LA CORONA DE ESPINAS FUE MÁS QUE DOLOR: FUE EL ACTO REDENTOR QUE SANÓ LA HERIDA MÁS PROFUNDA DEL HOMBRE, SU PENSAMIENTO.”

DERRIBA LAS MENTIRAS DEL ENEMIGO

Una fortaleza es una mentira que has creído como verdad. Cada vez que piensas: “nunca voy a salir de esto”, “no sirvo para nada”, “nadie me ama” … estás repitiendo una mentira que el infierno sembró en tu mente.

Pero Dios te ha dado armas para derribar cada mentira. La Palabra, la oración, el nombre de Jesús y el poder del Espíritu Santo son más fuertes que cualquier pensamiento destructivo.

NO SOLO IDENTIFIQUES LA MENTIRA… ¡DERRÍBALA CON LA VERDAD DE DIOS!


ENFOCA TU MENTE EN LO CORRECTO

Tu mente es como un jardín: lo que siembras, crece. Si solo meditas en lo negativo, vivirás frustrado. Pero si enfocas tu mente en lo bueno, en lo eterno, en lo que edifica, tu vida cambiará. La batalla no termina solo cuando expulsas lo malo. ¡Se gana cuando decides alimentar tus pensamientos negativos!

LO QUE MEDITAS, TE MOLDEA. LO QUE PIENSAS, TE TRANSFORMA. LO QUE CREES, TE GOBIERNA.

Oración Final

Señor Jesús, hoy declaro que mi mente te pertenece. Rechazo todo pensamiento destructivo, toda mentira que el enemigo sembró, y recibo tu verdad.

Gracias por llevar en tu cabeza la corona de espinas: por absorber mi ansiedad, mi culpa, mi confusión. Yo soy libre por tu sangre.

Hoy me declaro en victoria, y proclamo que tengo la mente de Cristo. ¡Amén!


Si este mensaje te edificó, compártelo con alguien que lo necesita.

Y sigue orando por nosotros, para que juntos sigamos ensanchando el Reino de Dios

¡Salvemos a uno más juntos!
Evangelista : José luis Orozco.

Compártelo

Categorías: