El Clamor de la Medianoche

Querido Amigos(as):

En tiempos donde el ruido del mundo distrae y el afán consume, quiero regalarles esta palabra que nace del corazón de Dios. No es solo un estudio, sino una invitación URGENTE, para que nuestras almas estén despiertas, preparadas y llenas de la gracia. Jesús habló de Su regreso como un evento glorioso, repentino y exclusivo para aquellos que se han mantenido íntimos con Él. Hoy, en medio de la espera, les comparto tres escenas proféticas que muestran el corazón de Cristo y el llamado a vivir en fidelidad y pasión.

Comprometidos con el Novio

Jesús hablaba en el lenguaje del compromiso matrimonial judío. En ese contexto, cuando un joven se comprometía, sellaba el acuerdo mediante un contrato, pagaba el precio y se iba a preparar una habitación en la casa de su padre, sin saber el momento exacto del regreso del novio. Así mismo, Cristo pagó el precio en la cruz, selló nuestro compromiso con Su sangre y prometió volver.

Hoy vivimos en ese tiempo intermedio, en el cual estamos desposados con Él; sin embargo, demasiados se han olvidado del Novio y se han enamorado del mundo. No podemos vivir como si fuéramos solteros espiritualmente cuando ya hemos aceptado el compromiso eterno de Cristo.

“NO PUEDES VIVIR COMO SOLTERO, SI YA ESTÁS COMPROMETIDO CON CRISTO.”

Llenos del Aceite

Las diez vírgenes representan a la Iglesia. Todas fueron invitadas; todas tenían lámparas, todas esperaban al Novio. Pero solo cinco estaban listas, llenas del aceite.

Aquí, el aceite simboliza la presencia del Espíritu Santo, la vida de oración y la pasión encendida por Jesús. La intimidad con Dios no se improvisa en el último minuto, sino que es un fuego que se cultiva en lo secreto, alimentado por una relación diaria con el Novio.

Cuando llegó el esposo, las que estaban preparadas entraron con Él y la puerta se cerró, dejando una frase desgarradora:

Esta declaración no implica desconocimiento, sino la ausencia de una relación real y viva. Se conecta de manera poderosa con la imagen del Cantar de los Cantares 5:2–6, en la cual la amada dice:

Cristo tocó a la puerta y, al no recibir respuesta oportuna, el tiempo se acabó. Así, el que no cultivó su aceite, se quedará fuera no por mala suerte, sino por haber permitido que el fervor se apagara.

“NO TE QUEDASTE FUERA POR MALA SUERTE… TE QUEDASTE FUERA POR FALTA DE ACEITE.”

Vestidos con las Vestiduras del Rey

En las bodas reales del mundo antiguo, el Rey proveía las vestiduras apropiadas para cada invitado. Nadie podía entrar sin la vestidura especial; rechazarla era, en esencia, rechazar el regalo del anfitrión.

Dios ya nos ha proporcionado la ropa para Su banquete: la justicia de Cristo. Esta justicia no se gana por obras, sino que se recibe por fe, como un regalo de gracia. Aceptar esa vestidura significa reconocer que somos cubiertos por lo que Cristo hizo, no por lo que nosotros podemos lograr.

El invitado que decidió entrar con su propia ropa, en lugar de aceptar la vestidura que Dios ofrece, fue excluido de la celebración.

“NO ES TU ROPA LO QUE TE CONDENA… ES TU RECHAZO A VESTIRTE CON LA DE ÉL.”

¿Que hora marca el reloj de Dios?

¿Qué hora marca el reloj profético del Reino? Es medianoche. En la medianoche no hay tiempo para correr a comprar aceite, sino para ser hallado lleno y listo para entrar.

Hoy la puerta aún está abierta, el aceite todavía puede fluir, y las vestiduras de la justicia están disponibles. No dejes para mañana lo que puede transformar tu destino eterno hoy. La gracia te ha comprometido, el Espíritu te anhela, y Cristo te ha vestido para la eternidad.

No te quedes fuera.


Reflexión

Querido amigo, querida amiga: El mensaje es claro. El Rey viene. Y viene por una Novia que está preparada, no dormida. El tiempo de prepararse es ahora, no mañana. “El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice…”

“NO TODO EL QUE ESPERA ENTRA…
SOLO EL QUE ESTÁ LISTO.”


Oración

Pon tu mano sobre tu corazón y repite:

“Señor Jesús, no quiero quedarme fuera. Quiero ser de los que velan, de los que esperan, de los que entran. Vísteme con tu justicia, lléname de tu Espíritu, despiértame del sueño. Prepárame para tu regreso. En tu nombre, Jesús. Amén.”


Si esta palabra te habló…

Si sentís que esta palabra te edificó, te confrontó o reafirmó tu llamado, te invito a seguir caminando junto a este ministerio.

Predicar el evangelio es nuestra pasión, pero es una misión que requiere aliados comprometidos.

«Cuando apoyas una misión que transforma vidas, estás sembrando en el mismo corazón de Dios»

Ev. José Luis Orozco

Todas las contribuciones se hacen a través de nuestro ministerio sombrilla Portal de la Montaña «Mountain Gateway» y son dirigidas de forma legal para el ministerio Si Puedes Creer del Evangelista José Luis Orozco.

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Gracias por considerar ser un colaborador del Reino.


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